Uno de los principios que maneja la terapia Gestalt alude a la experiencia inmediata; este, a su vez, es una de las bases fundamentales de la terapia en sí. Lo que se busca lograr, y el efecto esperado, es nada más y nada menos que perpetuar al paciente en un estado donde se tome consciencia del presente.
Los pacientes, a menudo, tienden a centrarse en experiencias pasadas y revivirlo mediante su discurso como si se tratase de hechos determinantes, es decir, como si su situación actual y el malestar emocional que presentan en ese momento se debiese únicamente a la influencia del pasado sobre él. Si bien las experiencias pasadas son importantes para nuestro desarrollo, la terapia gestáltica no ve el tiempo de una forma linear, sino de una forma fragmentada, separando el pasado y el presente.
Una de las formas comunes para lograr este estado de conciencia del ahora, es sugiriendo al paciente que se comunique únicamente en tiempo presente, es decir, haciéndole responder preguntas como “¿Qué sucede en este instante? ¿Qué pasa por tu cabeza ahora? ¿Tienes alguna necesidad en este momento?”, moviendo al paciente constantemente entre el aquí y el ahora.
De esta manera, el paciente deja de lado el pasado y las ataduras que él presenta y se enfoca únicamente en lo que le está sucediendo ahora, facilitando de sobremanera el proceso de intervención.
¿El pasado no tiene importancia?
En ningún momento se descarta la importancia del pasado sobre el paciente, de hecho, se toma como un factor sumamente importante en el desarrollo actual del paciente, pero no se considera un factor determinante para la situación actual del paciente. De hecho, la forma de intervención en este tipo de caso es transpolar el pasado y colocarlo como si los eventos antecedentes estuviesen sucediendo en el presente, de manera que se busca influenciar directamente sobre ellos sin tener que hacer uso de regresiones.
Lo que se busca evitar con este método es el “sobreísmo”, que es nada más ni nada menos que sumergirse en una situación sin poder comunicarla ni exteriorizarla.