Seguramente esto se escuchara ridículo pero en realidad no lo es. Todo mundo cree que aquel que pasa más tiempo en el trabajo “rinde mejor”. Esto no es cierto cuando hablamos de desempeño laboral y productividad laboral dentro de las organizaciones.
Hace un tiempo se realizo una investigación Europea en la que se concluyó que aquellas personas que son adictas al trabajo no tienen un mejor rendimiento laboral, al contrario los pronósticos para alguien que es adicto al trabajo es que con el tiempo su productividad laboral disminuye notablemente.
Adicción al trabajo
Por lo regular los horarios “normales” de trabajo son de 8 horas al día, trabajar 8 horas diarias son las horas hábiles en las que las personas tienen más potencia para cualquier labor, después de las 8 horas físicamente el cuerpo se siente cansado y ya no tiene la misma productividad que tenia durante las primeras 4 horas.
En una ocasión me toco dar una consultoría para una empresa en la que la jornada laboral superaba las 8 horas al día, como consecuencia los empleados mostraban fatiga y mal humor.
¿Por qué sucede esto?
Existen empresas que por el afán de multiplicar sus ganancias o bien porque el mismo trabajador quiere aumentar su capital de ganancias, permiten que el trabajador labore más de 8 horas al día.
Al parecer el empleado lleva más ganancias económicas por trabajar más, sin embargo estas horas que el cuerpo necesita descansar también tienen una factura que tarde o temprano le llegara. (Dolores de cabeza, insomnio, estrés, mal humor, fatiga crónica, etc.)
Cuando una persona labora más de 8 horas al día, tiene falta de tiempo para sí mismo y también existe un descuido en las relaciones privadas que producen tensión. Al parecer las personas que trabajan más de 8 horas al día no están satisfechas con ningún resultado, afectando así su estado de salud mental y bienestar emocional.
Pero esto no es todo, existen empresas que también piensan que por tener más de 8 horas trabajando a un empleado su ganancia capital será mayor.
En realidad no es así, como lo mencione anteriormente una persona que trabaja más de 8 horas diarias sentirá fatiga, mal humor, estrés y por consecuencia el empleado no rendirá lo mismo en el ámbito laboral. A la larga es una pérdida para la empresa porque la capacidad de productividad puede bajar hasta más del 50%.
De manera que laborar más de 8 horas al día no solo no mejora los resultados de la organización sino que afecta la salud mental-emocional del empleado produciendo conflictos en las relaciones familiares y personales de los mismos.
Una persona que labora más de 8 horas al día no consigue ni desconectarse de su oficina ni tiene tiempo libre para sí, mucho menos logra tener un beneficios positivos de su trabajo porque las remuneraciones económicas que pueda obtener las volverá a invertir posteriormente en vitaminas, medicinas y/o fármacos.
Por eso es importante meditar si lo que tenemos es un compromiso a nuestro trabajo o una adicción que son dos cosas muy diferentes. La primera nos brinda bienestar tanto emocional como económico la segunda nos puede brindar bienestar económico pero jamás el emocional que es el más importante.
Como empresa para mantener un equilibrio laboral del empleado y un buen clima laboral es necesario crear competencias creativas que motiven a los mismos para brindarles bienestar tanto físico como emocional, solo de esta manera se puede mejorar el rendimiento laboral.