Acoso escolar: ¿Quién es su hijo en el colegio?

Por Sarita palacio
¿Su hijo es aquel a quien muchos temen? Mucho cuidado. Algunas conductas de sus hijos que usted desconoce pueden desencadenar incluso el suicidio.

La afirmación anterior no es un mito, ni una estrategia moralista para infundir pánico y obligar al cumplimiento de las normas al interior de las aulas. De acuerdo con la psicopedagoga Biviana Aristizabal Mejía “ esta situación es mas real de lo que imaginamos. Según la organización mundial de la salud el 24 por ciento de nuestros niños y niñas están en riesgo de ser victimas del acoso escolar”.

Desarrollo:Día a día salen a la luz pública mas casos de victimas o victimarios dentro del as aulas de clase. Este fenómeno, ya estudiado por muchos, hoy recibe varios nombres, entre ellos, acoso escolar, hostigamiento, matoneo y bulliyng por su nombre en inglés. Se trata de lo mismo, “un joven que infringe poder sobre otro con el fin de recibir reconocimiento de los demás compañeros, explica la experta”.

¿Es su hijo un agresor?

El problema es difícil de identificar, pues el acoso no se hace frente a adultos o autoridades, por eso siempre se debe estar alerta, los acosadores necesitan reconocimiento, especialmente en ciertas etapas de su desarrollo en las que necesitan sentirse admirados, pero al no lograrlo por ser los mas listos o los más populares, encuentran la manera de destacarse por otra vía, la de la violencia. Así mismo la falta de empatia y de capacidad por sentir compasión por los demás, puede ser detonante de este problema.Biviana Aristizàbal Mejía considera que: no podemos satanizar una edad u otra para este fenómeno. Cada persona es diferente y según sus condiciones de formación y de crecimiento, vive procesos evolutivos particulares. No obstante, la adolescencia entre los 12 y 15 años, es la etapa más vulnerable para acosar o ser acosado. Los jóvenes suelen estar rodeados muy rápidamente de un grupo de amigos con las mismas intenciones, esto hace que se estimule y se unan de manera vertiginosa y de manera unánime al comportamiento de hostigamiento contra una victima específica.Es importante aclarar que los acosadores no tiene que padecer de una enfermedad mental aguda o de trastorno de personalidad para actuar así. En ellos es evidente la ausencia de empatia, pues gracias a esta falencia es que no logran ponerse en los zapatos de la persona a quien agreden. En ocasiones se evidencia algunas distorsiones cognitivas que se demuestran cuando el acosador evade las consecuencias de sus actuaciones, o culpabiliza a otros, en algunos casos incluso a la victima.

¿Es su hijo una victima?

Debido a la acción constante del agresor, poco a poco el estudiante acosado queda expuesto fisica y emocionalmente ante su maltratador. Empieza a ser evidente situaciones en las que el joven se muestra aterrorizado con la idea de ir a clases, es nervioso, triste, callado, solitario en su cotidianidad, señales de golpes sin justificación, llegando incluso a hacer publico su idea de suicidarse.

Según Aristizabal “para descubrir esta agresión es necesario mirar, como padres más allá de lo evidente, un golpe o una herida muchas veces son la cristalización de un largo y tortuoso proceso de maltrato; las victimas reprimen mucho sus sentimientos de miedo a ser sometidos al escarnio público o atentados físicos anunciados previamente por su agresor.El Psicólogo Henry Castillo puntualizó que el entorno escolar también puede ser  potencializador de abuso escolar porque el colegio no tiene  normas claras, los profesores no son figuras de autoridad o no existe un verdadero clima de aprendizaje.

Y ahora…¿Quién podrá salvarnos?

Múltiples estudios han demostrado que son los padres de niños acosados los más reticentes a asumir la situación. Pues, esto supone para ellos, reconocer que no conocen a sus hijos, y que detrás de la actuación de ellos puede estar una situación de violencia, de maltrato físico y mental o de falta de acompañamiento durante el crecimiento.Cada vez se hace mas necesario que los padres detecten el problema para que sean ellos mismos quienes prendan las alarmas y con ayuda de profesionales se logre que ambos, tanto agresor como agredido salgan de la mejor manera posible del conflicto”.“Algunos en la tarea de ayudar a sus hijos terminan convirtiéndose en otros victimarios más para la escena. También hay padres que deciden ignorar a su hijo con la excusa de formar jóvenes valientes capaces de sortear cualquier situaron difícil”.

UN CONSEJO

La Psicóloga Zenaida María Pérez, recomienda:

  • Dialogue con los hijos, se trata de indagar por los sentimientos, odios, amores, pasiones y sueños de los hijos, Y al descubrir estos canales, estar alerta a cualquier signo que pueda dar muestra de acoso en cualquiera de sus dos manifestaciones.
  • Brindar asesoria psicológica e intervenir ambos implicados, es importante determinar por que le niño se deja maltratar.
  • Se debe hacer una intervención grupal con los compañeros de clase, dialogar con los niños agresores ya que posiblemente es un comportamiento aprendido desde su entorno la somatización de trastornos familiares.
  • Finalmente brindarle asesorias a la institución educativa donde intervengan, padres madres educadores, coordinadores y directivas
  • Con respecto a los padres es necesario decirle la verdad sin juzgar o violentarlos en calificativos que no corresponde; ellos también necesitan acompañamiento  o educación sobre pautas de crianza. (Crianza humanizada desde la puericultura científica).

Tomado de : Revista Avances – Comfenalco-Antioquia. mayo 2011