En terapia: muchas de las preguntas que padres de familia me hacen es: ¿cómo sabré cuando mi hijo necesita terapia? La misma pregunta puede suscitar una respuesta. Es decir, que la terapia es una necesidad cuando el cuerpo y la mente lo pide.
Una necesidad debe ser suplida, así como beber agua y alimentarse, también se debe de alimentar y fortalecer el alma. Pero regresando a la pregunta y brindando una respuesta daré las siguientes acontecimientos que pueden desarrollar “problemas psicológicos” en los niños:
- En una crisis cuando la conducta del niño es tal, que los padres piden que se le retire del hogar o institución. En pocas palabras, los niños se mudan, son adoptados o se van de un hogar.
- Un cambio eventual, como mudarlo a una familia permanente después de una vida trastornada por muchos cambios de domicilio o custodio.
- Cuando se reconoce que niños con múltiples problemas pueden beneficiarse de la ayuda terapéutica en sí misma. (terapia de grupo)
Los niños en general que necesitan terapia muestran una multitud de “problemas” entre los siguientes
- Conducta inmadura, seudomadurez o ambas.
- Dificultades para establecer vínculos.
- “Fracaso escolar”.
- Maltrato físico o abuso sexual de otros niños o de animales.
- Masturbación, o insertarse cosas dentro de genitales o ano.
- Sufrir de problemas psicosomáticos.
- Trastornos en la alimentación.
- Trastornos en el sueño.
- Orinarse, defecar, ensuciarse.
- Decir mentiras.
- Respuestas emocionales inadecuadas.
- Mutismo por elección.
- Retraimiento, berrinches, brotes de violencia.
- Cambios extremos en el estado de ánimo.
- Falta de afecto, dificultades con las relaciones.
- Escrupulosidad anormal o conducta caótica y desordenada.
- Daño a sí mismo, lastimar animales o niños más pequeños.
- Bajo funcionamiento sin razón aparente.
- Trastornos de aprendizaje y problemas para asistir a la escuela, en particular rehusarse a ir a ésta (es decir, niños que se quedan en casa o en cualquier otro lugar, no son haraganes que van a la escuela para después salirse).
Posiblemente los niños sufrieron un trauma significativo como:
- Abuso sexual, maltrato físico, emocional o sistemático.
- Enfermedad o accidente grave.
- Muerte de una persona significativa.
- Pérdida(s) excepcional(es).
- Dolor emocional.
- Paternidad inadecuada.
- Estilo de vida trastornado o paupérrimo. Exposición al alcohol o drogas.
Si su hijo muestra más de dos síntomas de los que describí anteriormente, es seguro que necesita atención psicológica y sea necesario llevarlo a terapia.
En muchas ocasiones es difícil que como padres se vean este tipo de situaciones, por lo mismo es necesario indagar un poco más en la vida de los niños y saber lo que les acontece.
NOTAS importantes para terapeutas
- Niños que exhiben sólo 1 o 2 “problemas” pueden recibir, de manera más apropiada, una intervención alternativa como trabajo familiar, conductual o terapia de juego enfocado.
- Niños pequeños que presentan conductas caóticas, con una paternidad deficiente en la
infancia temprana, inclusive aquellos que sufrieron formas extremas de maltrato, en
principio pueden tener una mayor necesidad de reeducación y atención de tipo paterno
- Niños sujetos a maltrato excesivo requieren consideración especial
- Existen algunos niños para quienes no es adecuado que se les refiera a terapia de juego
- Debe establecerse relación con otros profesionales que trabajan con el niño para averiguar si desde sus puntos de vista la terapia de juego ha sido adecuada.
Referencia: West, Janet. “Terapia de juego centrada en el niño” Segunda Edición. Editorial El Manual Moderno. México. D.F. 1999. Pág. 31