Los títeres en psicoterapia infantil son elementos que logran crear un ambiente de comodidad para el niño, a tal punto de lograr hacer que el niño manifieste su yo interior a través del juego. Esto funciona ya que los títeres son una técnica que promueve la expresión de experiencias permitiéndole incorporar tanto los aspectos positivos como negativos de ellas, de sí mismos y de los otros. También, otorga la posibilidad de expresión de deseos, conflictos, sentimientos y fantasías. A su vez facilita el involucramiento con la situación de terapia, al representar una actividad lúdica que resulta divertida, despertando la curiosidad del niño.
Porque utilizar títeres en psicoterapia infantil
Los títeres permiten una variedad infinita de combinaciones y posibilidades, facilitando la identificación del niño con los personajes y situaciones recreadas. En el contexto de psicoterapia, el niño logra actuar a través de los títeres, probando vicariamente diferentes comportamientos, aportando, entre otros elementos, al desarrollo de la empatía y de estrategias de resolución de problemas, al fomentar la consideración de consecuencias resultantes para él, los otros y el ambiente.
Además, esta técnica se presta de forma natural para la narración de cuentos, con su propia variedad infinita de posibilidades.
Descripción de la Técnica desde el Enfoque Constructivista Evolutivo
El uso de títeres en la psicoterapia facilita en el niño la expresión de sus experiencias (prácticamente aquellas que tienen más carga sentimental y/o afectiva para el niño), permitiéndole incorporar tanto los aspectos positivos como negativos de ellas, de sí mismos y de los otros. Asimismo, destacan la posibilidad de expresión de deseos, conflictos, sentimientos y fantasías, a través de la utilización de esta técnica.
El hecho de plantearle al niño una actividad de este tipo, rompe con la expectativa que puede traer sobre la psicoterapia, de tener que conversar directamente sobre sus conflictos, lo que facilitaría el involucramiento con la situación de terapia, al representar una actividad lúdica que resulta divertida, despertando la curiosidad del niño. En este mismo sentido, el títere otorga una distancia que provee un contexto más seguro para que el niño proyecte su mundo interno.
Es recomendable contar con una amplia gama de personajes, que promuevan en el niño diversas emociones e identificaciones. Así, resulta útil tener a disposición del niño figuras humanas que representen a la familia; figuras humanas con roles diversos, como médico, policía, bombero, cocinero, rey; personajes de fantasía, como brujas, ángeles o hadas; animales como cocodrilo, tigre, dragón, conejo, ardilla y perro.
En relación con el terapeuta, esta técnica le permite acceder a las problemáticas del niño, a su visión de sí mismo, de los otros y del mundo. De ahí la importancia de su rol activo en el desarrollo de la técnica, por medio de la exploración conjunta con el niño de las hipótesis de su significación de la realidad. Es decir que es necesario que el terapeuta también acompañe al niño durante esta técnica para conocer, acceder y tratar cualquier problemática interna del niño.
Referencia: María Gabriela Sepúlveda, Cristian Alcaíno y Gabriel García “Psicoterapia Evolutiva Constructivista en Niños y Adolescentes, Métodos y Técnicas Terapéuticas Juegos, imágenes, diálogos” Santiago, Universidad de Chile, 2012. Pág. 47