Tratamiento de la conducta agresiva

Sinopsis:

Uno de las principales preocupaciones que tiene la comunidad educativa hoy en día es la creciente violencia que se vive en el ámbito escolar. En la actualidad, es frecuente en muchos centros escolares que los alumnos peleen, acosen a otros compañeros o los amenacen, a estos y a los educadores, verbalmente o con un arma.
Ante tal situación que puede provocarnos ansiedad e ira, es importante estar preparado por si ocurren es necesario mantener la calma. Evitar una discusión o enfrentamiento emocional puede ayudarnos a solucionar el conflicto.
Peleas en la escuela 
Un educador de la escuela de enseñanza primaria, puede detener una pelea normalmente sin riesgo personal de lesiones. Si por cualquier motivo no puede intervenir, es necesario recurrir a la ayuda de otros educadores o del personal administrativo.

Cuando intervenga diga en voz alta: « ¡Deténganse!», separe a los chicos que estén luchando y dígale al resto de alumnos que se vayan o regresen a la tarea que estaban haciendo. Si interviene en una pelea de alumnos de secundaria, necesitará probablemente la ayuda de uno o dos adultos.

Es mejor, en general, dejar pasar un tiempo para que se calmen los alumnos que han peleado. Luego, se reunirá con ellos y les pedirá que expliquen los motivos que desencadenaron la pelea. Pregunte a los testigos si es necesario. Tendrá una reunión con los alumnos implicados en la pelea para destacar lo inadecuado de la misma, la importancia de admitir la perspectiva del otro y la importancia de la cooperación. El director o los padres, o ambas partes, participarán en el proceso, si es necesario.

Desarrollo:  

Acoso
El acoso se define como una conducta verbal o física que pretende molestar a alguien menos fuerte.
Quienes suelen sufrir el acoso escolar los chicos y los alumnos de los primeros cursos de enseñanza secundaria tenían más probabilidad de ser acosados. Los niños que son acosados por lo regular se sienten más solos y tienen dificultad para hacer amigos, mientras que los acosadores suelen obtener calificaciones deficientes, fuman y/o beben alcohol. Los niños que muestran ansiedad y son socialmente retraídos pueden ser víctimas de estas situaciones porque no son amenazantes y es poco probable que respondan ante el acoso, mientras que los niños agresivos pueden ser objeto de acoso porque su conducta irrita a los acosadores.  

¿Cuáles son las consecuencias del acoso?
Los acosadores y sus víctimas sufren diversas consecuencias negativas en su evolución. Los acosadores y sus víctimas tenían una predisposición a manifestar depresión, ideas suicidas e intentos de suicidio, mayor que los alumnos no involucrados en situaciones de acoso (Brunstein y col., 2007).

Una investigación reciente revelo que los acosadores, las víctimas o ambos tenían más problemas de salud (como cefaleas, mareos, insomnio y ansiedad) que los niños no involucrados en estas situaciones de acoso (Srabstein y col., 2006).

Los centros educativos que poseen un rendimiento académico alto, brindan una participación parental elevada y disciplina eficaz a los alumnos por lo que tienen menos situaciones de acoso. Hasta hoy se ha elaborado una cantidad creciente de programas de prevención e intervención para reducir el acoso escolar.

¿Cómo puede reducirse el acoso?
A continuación describiré dos de los programas escolares de intervención contra el acoso más prometedores, que se acompañan de la referencia en donde podrán ampliar la información:  

Programa Olweus para prevenir el acoso
Este programa, elaborado por Dan Olweus, se dirige a niños de 6 a 15 años, y tiene como objetivo reducir las oportunidades y las recompensas para el acoso. Se instruye al personal de la escuela de manera que pueda mejorar las relaciones entre iguales para que la escuela sea un lugar más seguro.

Una investigación amplia con 2500 alumnos de 42 escuelas en Noruega demostró que este programa era eficaz para reducir el acoso (Olweus, 1994). Se puede obtener información sobre la manera de implementar este programa del Centro para el Estudio y la Prevención de la Violencia (Center for the Study and Prevention of Violence) de la Universidad de Colorado

Escuela a prueba de acoso
Este programa está adaptado para alumnos de enseñanza infantil a segundo curso de secundaria, y ofrece un enfoque para toda la escuela y un currículo para el educador para reducir el acoso escolar. Este programa destaca cómo se puede identificar una conducta de acoso y responder rápidamente a ella y cómo pueden adquirir los alumnos habilidades de comunicación en situaciones conflictivas. Se proporcionan métodos de intervención, carteles para colocar en el colegio en relación con el acoso y una guía para padres con el fin de ayudarles a participar de manera eficaz en la reducción del acoso. La información sobre este programa está disponible en Sopriswest  

Actitud desafiante y hostilidad hacia el Educador
Edmund Emmer y Carolyn Evertson (2009) han analizado las estrategias siguientes para tratar con estudiantes con una actitud desafiante u hostil hacia el educador. Si se consiente esta actitud en los alumnos, es probable que continúe e incluso se extienda. En consecuencia, el papel del educador es neutralizar el suceso manteniéndolo en privado y tratando al alumno de manera individual, si es posible.

Si la actitud desafiante y la hostilidad no son extremas y se produce durante una lección, intente despersonalizarla y diga que la tratará en unos minutos, para evitar una lucha de poder. Más tarde, cuando sea adecuado, reúnase con el alumno y explíquele las consecuencias que puede implicar su comportamiento inadecuado.

En algunos casos, los alumnos no cooperarán en absoluto, en este caso el educador tendrá que enviar a otro alumno a dirección para pedir ayuda. Sin embargo, si permanece en calma y no entra en una lucha de poder con el alumno, este se calmará y lograras hablar con él sobre el problema.

Referencia:
Santrock, John (2010)”Psicología de la educación” 4ta Edición, McGrawHill, Texas University,