En ocasiones, los niños con necesidades especiales ponen a prueba los recursos de los psicólogos más experimentados. Los niños con necesidades especiales (y/o capacidades diferentes) son, en primer lugar, niños. Por lo que se les debe tratar con la misma cortesía y respeto que se concederían a cualquier otro niño. Las siguientes sugerencias pueden ayudar a resolver los desafíos que enfrenta un psicólogo al aplicar pruebas a niños con necesidades especiales
Lo cierto es que cada niño es diferente y puede que aquello que funcione con uno no funcione con otro. Es necesario que el psicólogo sea observador y creativo para averiguar qué funcionará con un niño con necesidades especiales.
Aplicación de pruebas a niños con necesidades especiales
Considere las siguientes sugerencias al aplicar alguna prueba psicométrica a niños con necesidades especiales.
- Conozca los procedimientos de prueba completamente para que pueda prestar toda su atención al niño.
- Conceda tiempo a los niños con necesidades especiales para que se adapten a su entorno.
- Coloque al niño en la posición que él prefiera.
- Asegúrese de que tienen acceso al equipo adaptativo que normalmente utilizan, como anteojos o auxiliares auditivos.
- Cuando sea posible, realice la evaluación en un ambiente que les resulte familiar. Es posible que un niño discapacitado demuestre comportamientos más hábiles en un ambiente familiar que en uno desconocido.
- En caso necesario, siéntese al lado del niño en lugar de al otro lado de su escritorio. Si el niño desvía la atención, háblele amablemente por su nombre y pídale que escuche.
- Hable directamente al niño, como lo haría con cualquier otro niño. No dirija su conversación a uno de los padres, ayudante, asistente o acompañante cercano, como si el niño no estuviese presente.
- Establezca algunas reglas sencillas para ayudar en el manejo conductual.
- En caso necesario, utilice algo atractivo para el niño como incentivo por conducta cooperativa. Por ejemplo, enseñarle algunas calcomanías y pedirle que señale aquellas que le agradan. Después diga, “Que bueno que te guste esa. Te la regalaré en cuanto terminemos esta parte de nuestro trabajo”.
- Reconozca los esfuerzos del niño y elógielo por escuchar, sentarse en la silla, esperar hasta que terminen las instrucciones antes de comenzar una tarea, utilizar un volumen moderado al hablar, seguir las instrucciones o comportarse de manera apropiada en otros sentidos.
- Ignore o redirija los comportamientos como lloriquear, gritar y quejarse. Por ejemplo, si el niño lloriquea y dice “Es muy difícil, lo odio”, podría responderle “Realmente te agradezco que te esfuerces tanto. Sé que algunos de los problemas son difíciles. En un rato tomaremos un descanso. Éste es el siguiente”.
- Haga contacto visual con el niño antes de presentarle las instrucciones para un reactivo.
- Sea sensible a las necesidades del niño y tome recesos breves, según se necesiten. Proporcione descansos cuando el niño parezca demasiado cansado, aburrido o incómodo.
- En la medida de lo posible, elimine cualquier distracción de la habitación de prueba.
- Mantenga fuera del alcance del niño cualquier material de prueba que no se esté utilizando.
- Hable lentamente y enfatice palabras clave para ayudarle al niño a comprender las instrucciones y los reactivos.
- Aliente al niño a reducir el paso en las pruebas con límite de tiempo, siempre que sea apropiado y necesario. Por ejemplo, diga “Tómate tu tiempo y piensa bien las cosas” si responde a las preguntas con demasiada rapidez o realiza la tarea de manera descuidada.
Es normal que los niños con capacidades especiales necesiten más aliento que los niños que no tienen discapacidades y quizá se sientan en desventaja en la situación de prueba. La aplicación de pruebas a niños con necesidades especiales representa diversos retos tanto para el niño como para el terapeuta, pero lo màs importante es que el terapeuta tenga presente todo lo que conlleva la prueba para no causar inconvenientes al niño.
Seguramente existan más sugerencias, si tienes algunas y quieres colaborar puedes dejarnos las sugerencias en el apartado de comentarios que se encuentra más abajo.
Referencia: Sattler, Jerome M. ”Evaluación infantil : fundamentos cognitivos” 5a ed. Editorial El Manual Moderno. México. 2010. Pag. 208