Características de niños con trastornos de atención

Sinopsis:

Prestar atención- y no prestarla son, seguramente, dos de las “actitudes” más importantes de los seres humanos; sin embargo, a pesar de su papel crucial en el aprendizaje y en los demás tipos de actividades inteligentes, algunos psicólogos han tomado posiciones claramente contrapuestas.

Unos consideraron el concepto y la naturaleza atencional como temas centrales para la construcción de una teoría psicológica, mientras que otros opinaban que hablar de la atención era un indicador más de la permanencia de usos lingüísticos precientíficos en la Psicología.

Uno de los discípulos de Wilhem Wundt llamado Edward Titchener mantenía que la formulación del problema de la atención ha sido desarrollada por el estructuralismo, junto con su fundamentación y estatus central en la teoría psicológica, según Titchener la atención era uno de los descubrimientos de la psicología de la época.

Características de niños con trastornos de atención

Desarrollo:
A todo esto, aún existen profesionales de la psicología que toman posiciones contrapuestas respecto a la psicopatología de la atención. Por lo que me pareció conveniente explicar cuáles son las características más sobresalientes de los niños que tienen trastornos de la atención.

Las características de alguien que presenta un trastorno de atención es que presenta conductas que perjudican las áreas personales, académicas y sociales del niño. Con frecuencia los niños tienden a manifestar con intensidad y frecuencia estas conductas que los distinguen de otros sujetos.

Dentro de las características más sobresalientes se encuentra la dificultad de la atención propiamente dicha con anterioridad, esta dificultad se hace evidente dentro de cualquier momento del proceso de enseñanza-aprendizaje.

El tiempo es un factor vital para los niños que tienen dificultades de la atención ya que sostener la atención por una cantidad de tiempo necesaria es muy difícil, no es que el niño no quiera aprender o poner atención, solo es que aquello que se le enseña no es de su interés.

Dentro de los trastornos de atención también se encuentran marcadas conductas relacionadas con la impulsividad, tanto en el nivel de comportamiento, como en el nivel cognitivo y, por último, la hiperactividad que provoca conductas de desasosiego, inquietud y movimientos constantes, entre otras.

Podríamos considerar el TDAH como un trastorno con síntomas inadecuados dependiendo de la edad en:

a) Inatención, representado por:

• Pobre mantenimiento de la respuesta
• Daño en la resistencia a la distracción
• Deficiencias para volver a centrar su atención después de una interrupción en la tarea.

b) Hiperactividad-Impulsividad (Desinhibición), representada por:

• Inhibición motora dañada
• Pobre inhibición sostenida
• Excesivas y frecuentes tareas motoras y verbales con inadecuadas conductas
• El movimiento decrece con la edad, llegando a ser interno y subjetivo en la edad adulta.

Este trastorno se manifiesta en déficit en la Función Ejecutiva en los siguientes ámbitos:

• Inhibición de respuesta dañada
• Memoria de trabajo secuencial reducida
• Memoria de trabajo verbal reducida
• Flexibilidad de respuesta reducida
• Problemas con la demora de recompensas
• Errores con la reproducción del tiempo
• Problemas en el manejo del tiempo
• Habilidad disminuida en la planificación y solución de problemas
• Sensibilidad reducida a los errores
• Problemas en la comprensión del lenguaje oral y la lectura
• Problemas en la organización del trabajo
• Menor capacidad para motivarse ante las tareas
• Tendencias ilusorias positivas (disparidad ante la autoevaluación).

El modelo conceptual propuesto por Barkley (1990) integra síntomas primarios y síntomas secundarios del trastorno por déficit de atención, siendo los primarios:

1. La escasa amplitud de la atención para persistir en la tarea más allá del desinterés o aburrimiento, independientemente de la presencia o ausencia de estímulos distractores.

2. La distraibilidad, o pobre concentración, lo que indica incapacidad para atender selectivamente a los estímulos relevantes o apropiados de una situación e ignorar los estímulos irrelevantes.

3. La impulsividad, o pobre control de los impulsos, lo que supone tendencia a responder a los estímulos rápidamente y no tener en cuenta las alternativas. Estos serían los que definirían este trastorno.

Para Manga et al. (1997), “el déficit de atención resulta ser un trastorno evolutivo de la atención, del control de impulsos y de la conducta regida por las reglas, que surge en edades tempranas del desarrollo. Tiene carácter general y crónico, sin que pueda atribuirse a retraso mental, déficit sensorial o neurológico grave, ni alteración emocional severa”.

Referencia:
Santos Cela, José Luis () “aproximación a los problemas de atención en. la edad escolar a partir de la evaluación. Neuropsicológica y su relación con el trastorno de aprendizaje del cálculo “Tesis Doctoral, Universidad de León