Cuando los niños roban, los padres naturalmente se preocupan. En medio de la preocupación como padres sienten el temor de estar criando a un potente “delincuente juvenil”.
Durante los primeros años de vida e incluso hasta los 8 años los niños tienden a tomar aquello que le genere interés. Esto no puede considerarse como un robo porque el niño aún no tiene la suficiente madurez para discernir entre lo bueno y lo malo ó las consecuencias que dejan tomar algo que no le pertenece.
Existen muchos motivos que pueden llevar a un niño a robar. Por ejemplo: un niño puede robar algo en la escuela como muestra de valentía ante sus amigos, o para hacer regalos a su familia con tal de ser más aceptados.
Porqué los niños roban
Los robos o hurtos que un niño pueda hacer representa una significación psicopatológica, en ocasiones sucede, que el niño utiliza el robo como vía para llamar la atención familiar, o para castigar actitudes familiares o sociales restringiéndolos a pequeños hurtos en el propio domicilio.
La significación psicopatológica del porqué los niños roban vendrá determinada por los siguientes parámetros: edad en que el niño tenga ya conciencia de la propiedad y del sentido del bien y del mal, superior por tanto a los 7 años, según Heuyer, del valor e importancia de lo sustraído, de la reincidencia en el proceso, y de la ausencia de condicionamientos que lo justifiquen. El hijo de padres habituales del robo capta y acepta el mismo por identificación.
En palabras sencillas Heuyer trata de explicar que muchas de las conductas de los niños son aprendidas de los padres que funcionan como modelos para sus hijos. Por ejemplo: si un padre trae a su casa el papel o las plumas de la oficina, o se jacta de tomar aquello que no le pertenece (robar). Luego será muy difícil que su hijo entienda sus lecciones acerca de la honradez.
Psicodinámica del robo infantil
Lauzel, al estudiar la psicodinámica del robo infantil, encuentra aspectos ambivalentes, dado que puede ser expresión, por un lado, de un estado de impotencia y dependencia ambiental, y por otro, representan un intento de autoafirmación e independencia.
Las condicionantes sociológicas del robo infantil, se verán potenciados y estimulados por el carácter apetitivo que los diversos medios de comunicación que tratan de cualquier manera llevar al usuario a convertirse en consumidor, lo que puede llevar al niño a robos programados con el deseo de posesión de los mismos (juguetes como motos, automóviles, dinero o cualquier objeto que represente un valor para el niño).
Como ayudar a mi hijo para que no robe
Lo primero es tomar las medidas adecuadas ante la situación. En la mayoría de casos el robo finaliza conforme el niño va creciendo, pero si aun así el niño sigue robando se recomienda seguir los siguientes enunciados.
- Explicarle al niño que robar es malo
- Ayudar al niño a devolver el objeto robado
- Explicar las consecuencias del acto de robo
- Asegurarse que el niño no se beneficie del robo o que se quede con alguna parte del objeto robado.
- Evitar darle sermones y castigarlo como policía a un delincuente.
- Evitar decirle al niño que es un ladrón
- Dejar en claro que su comportamiento de robo es inaceptable.
Si el niño roba con frecuencia, es un síntoma de que tiene problemas en el desarrollo emocional y/o problemas familiares. Por lo general aquellos niños que roban con frecuencia tienden a desconfiar de los demás y en vez de sentirse culpables, culpan a otros. Si este es el caso de uno de tus hijos, lo más recomendable es remitirlo a un psicólogo para conocer el origen de esta problemática que no solo afecta al niño, sino a toda la familia.
Referencia: Jiménez Díaz, Luis. “introducción a la psicología clínica infantil” Edición de Bibliothecasalmanticensis. Universidad pontificia Salamanca. pág. 293