Durante la primera etapa de la evaluación neuropsicológica es aconsejable que la primera entrevista se realice con ambos padres y en ausencia del niño. Con el fin de que los padres se sientan con la libertad de hablar de todas sus preocupaciones y describan ampliamente las dificultades y problemas que observan en el niño.
En ciertas culturas, el padre está poco involucrado en la educación de sus hijos o bien cuando los padres están separados, se puede aceptar tener la entrevista inicial solamente con la madre; quien usualmente tiene más claros los antecedentes perinatales y del desarrollo del niño. Rara vez es el padre quien acude de manera individual a la entrevista inicial.
Primera etapa de la evaluación neuropsicológica
El primer momento de la entrevista inicial debe dedicarse a obtener de la manera más detallada posible el motivo de consulta. Es importante indagar la opinión de tres referentes cuando sea pertinente: de los padres, la opinión del maestro y del médico tratante o de quien lo refiere. Muchas veces, la escuela observa problemas que los padres no ven y, en ocasiones, lo inverso también es posible. Esta disociación entre padres y escuela puede ser tan grande que los padres acudan a consulta sintiéndose forzados por la escuela. Aquí la labor del evaluador incluirá ayudar a los padres a tomar consciencia del problema de su hijo. Se recomienda consignar el motivo de consulta tal y como lo refiere el informante.
Los datos de historia clínica de un niño son obtenidos a través de un informante que por lo común es algún familiar, usualmente alguno de los padres del niño. En el caso de los adolescentes o niños mayores, además del informante, se debe obtener información directamente del paciente.
Es muy importante, dentro del diagnóstico neuropsicológico, obtener una historia clínica detallada. La información que se consigna en la historia clínica incluye: las descripciones de las condiciones actuales del niño, y la recapitulación de la historia del desarrollo incluyendo datos sobre las características del embarazo y el parto, las dificultades de crianza durante el primera año de vida, así como las características de conducta del niño haciendo especialmente énfasis en las primeras apariciones de los comportamientos motivo de consulta. Se debe conocer la historia académica del niño con especificaciones sobre éxitos y fracasos. La historia médica personal y familiar, enfatizando en las condiciones neurológicas y psiquiátricas. La descripción de las características de personalidad y del comportamiento es relevante, particularmente en casos donde se hayan observado cambios asociados al motivo de consulta. Las prácticas familiares y las dificultades que el niño tenga para adaptarse a las estructuras y límites impuestos por éstas.
Otras variables a tener presente para lograr una adecuada relación con el niño son las características de su personalidad y de comportamiento. Por ejemplo, los niños inquietos y muy activos podrán requerir periodos breves dentro de una misma tarea y variedad en las actividades, por lo que el diseño en el orden en la administración de las pruebas debe contemplar estos aspectos, a fin de evitar reorientaciones frecuentes que pudieran llevar a fricciones con el niño, o bien a sensaciones de inadecuación por parte de éste.
Referencia: Rosselli, Mónica. “Neuropsicología del desarrollo infantil”. Editorial El Manual Moderno, Mèxico. 2010. Pág. 73