Tratamiento de la enuresis y encopresis

El tratamiento que se brinda tanto a la enuresis como a la encopresis no es único. Existen diversos tipos de intervención por lo que el tipo de tratamiento se debe ajustar a cada caso y aplicar el tipo de tratamiento más conveniente.

Lo primero que se debe hacer para empezar con el tratamiento es conocer el comportamiento afectivo del niño para saber en qué estadio del desarrollo se encuentra y cuál fue el motivo para que el niño tuviera una regresión a un estadio anterior. Otro tipo de orientación enfocada a la intervención psicológica es la psicoterapia de juego que ha demostrado ser uno de los recursos con más efectividad en el tratamiento de este tipo de problemáticas.

Tratamiento de la enuresis y encopresis desde el modelo psicodinámico

Desde el punto de vista psicodinámico, la enuresis y encopresis tiene una primordial relación entre madre-hijo. De inicio los padres necesitan una orientación con respecto a lo que le sucede a su hijo, pues no sólo para el niño resulta vergonzoso orinarse en la cama o bien sobre sus ropas, por lo que la intervención con ellos podría comenzar con una orientación sobre cómo tendrán que hacer para educar el esfínter de su hijo.

En la enuresis y encopresis es necesario educar al niño para el control de esfínteres. Son todas las actividades de la vida de ese niño con la madre las que se tienen que estudiar para saber si fomentan su autonomía, sin entorpecer, de forma directa, la libertad de acción de los demás.

También es necesario dar a conocer al niño que no es el único que ha presentado este padecimiento. Es importante estimular la independencia del niño dentro de la relación madre hijo.

Una de las situaciones comunes es la relación pasiva o ausente del padre con el hijo dentro de este tipo del trastorno de la enuresis y, por el otro, el deterioro de la relación que tiene el primero con la madre. Por lo que es altamente recomendable incluir al padre en todo el tema de la enuresis y encopresis ya que si el padre ayuda a la madre, el niño se sentirá menos amenazado por la madre.

La situación de enuresis y encopresis en ocasiones es porque existe una agresión muy fuerte hacia la madre de parte del niño y como no sabe cómo eliminar esta agresión, recurre a la enuresis y/o encopresis.

Objetivos desde psicoterapia

  • Reducir el conflicto
  • Mostrar los beneficios secundarios y ofrecer compensaciones de orden afectivo
  • Descubrir la especial forma organizativa de la personalidad infantil
  • La actitud del terapeuta debe ser la de establecer una relación de confianza con el niño, abordar la dinámica conflictiva consciente e inconsciente que soporta el síntoma, construirse en el aliado del niño en su deseo de curarse.

Aspectos esenciales del tratamiento

Dentro del tratamiento se deben examinar aspectos sobre cómo ha sido el control de los esfínteres, cómo se llevó a cabo este aprendizaje de la limpieza, ya sea de forma negligente y sin coherencia dentro del entrenamiento o en el otro extremo, con un aprendizaje temprano, exigente y represivo por parte de la madre.

Lo esencial entonces es hacer comprender bien al niño que sabemos que se trata de un fenómeno activo deliberado y que no lo consideramos la víctima pasiva de una dificultad interna, una enfermedad o una deficiencia. De esta manera, se le puede pedir buscar las razones que lo llevaron a elaborar y mantener esta práctica durante un periodo más o menos largo.

Por último, es importante que los padres se enteren, por boca del niño, de que él está de acuerdo con lo que ha surgido en la terapia en cuanto al significado del mecanismo descubierto, para que ellos, en lugar de entender a la encopresis como una falla fisiológica de la que el niño sería víctima, la atribuyan más bien, a un modo activo de lucha de éste contra el reflejo normal.

Referencia: Emilia Lucio Gómez Maqueo, Cristina Heredia y Ancona. “Psicopatología: riesgo y tratamiento de los problemas infantiles” 1ª edición. Editorial El Manual Moderno. México. UNAM. 2014. Pág. 101