La agresión es un importante problema de salud social que afecta de manera significativa las personas con trastornos psiquiátricos y sus familiares. La agresión puede ser definida como la intención de lesionar a otra persona utilizando medios físicos o psicológicos, y tiene el potencial de conducir a la violencia cuando no se controla.
Un estudio llamado “Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo” indicó que la violencia interpersonal representó el 5,2% de las muertes a nivel mundial para los varones y el 1,6% de las muertes a nivel mundial para las mujeres entre las edades de 15 individuos 49 años en 2010 a pesar de que la mayoría de las personas con trastornos psiquiátricos no son ni agresivo ni violento.
Agresión y esquizofrenia
Las regiones del cerebro que juegan un papel en el comportamiento impulsivo son un área crítica para la investigación y están empezando a ser entendido utilizando técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional en estado de reposo (fMRI).
Un estudio llamado “Impulsividad y correlatos neurales de la inhibición de la respuesta en la esquizofrenia” realizado por Kaladjian A; Jeanningros R; Azorín JM; Anton JL; Mazzola-Pomietto P. examinó la relación entre la impulsividad y la modularidad cerebral, en la que encontraron que las regiones prefrontales asociadas con la regulación de control, incluyendo la medial y lateral de la corteza prefrontal, fueron “aislados” de regiones subcorticales que juegan un papel en el deseo apetitivo entre los individuos con alta impulsividad. Por el contrario, estas regiones del cerebro tienden a agruparse entre las personas menos impulsivas. Mucho menos se sabe, sin embargo, con respecto a la interrelación entre las regiones del cerebro que contribuyen a la impulsividad y su papel en la agresión entre los individuos con trastornos psicóticos, aunque hay alguna evidencia de que la mayor impulsividad se asocia con una mayor activación en la corteza prefrontal ventrolateral derecha durante una inhibición de la respuesta tarea.
Por otro lado Hoptman y colegas explicaron en su investigación “adelgazamiento cortical, la conectividad funcional, y la impulsividad relacionada estado de ánimo en la esquizofrenia: relación con las actitudes y comportamientos agresivos” que urge una construcción en relación con la agresión en los individuos con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo y su circuito neural subyacente.
El presente estudio también se basa en la investigación previa de Hoptman y colegas que apoyan un papel de la corteza orbitofrontal en la neurobiología de la agresión y el comportamiento impulsivo.
A través de una resonancia magnética funcional en estado de reposo (fMRI) se observó que existe una materia blanca obtenida de las imágenes de tensor de difusión y dentro de esta materia blanca se asoció la impulsividad motora y la agresión entre los hombres con esquizofrenia. Con esto Hotman y colaboradores lograron identificar el área cerebral que provoca la conducta agresiva en una persona con esquizofrenia.
Posteriormente, utilizando en estado de reposo fMRI identificaron la conectividad funcional más baja dentro de un circuito corteza prefrontal-amígdala ventral y la agresión auto-reportada.
Recomendaciones para trabajar con pacientes con esquizofrenia crónica
- Brindar medicamentos antipsicóticos
- Tratar psicoterapéuticamente el espectro de la impulsividad
- Realizar evaluaciones constantes de conducta y comportamiento
- La agresión puede venir del marco de las construcciones afectivas
En conclusión, la investigación de Hoptman y colaboradores pone de relieve el papel subestimado de urgencia en la agresión entre los individuos con esquizofrenia y los circuitos neuronales subyacentes concomitantes que pueden mediar esta relación. Para los médicos, psicólogos y psiquiatras que tratan a las personas con esquizofrenia, es un recordatorio de que la impulsividad y la urgencia pueden ser factores de riesgo de comportamiento agresivo.
Referencia: psychiatryonline.org