Síntomas de la codependencia emocional

La codependencia es sin duda alguna una psicopatología que está compuesta por una serie de recompensas agradables que hacen que una persona logre resulta codependiente. Afecta tanto hombres como mujeres, con codependencia hacia el otro.

En realidad, estas personas viven una vida infeliz sin darse cuenta que el origen de esa infelicidad es estar con la persona equivocada.

¿Cómo puedo saber si tengo codependencia?

Entre los casos que he trabajo he llegado a encontrar que los 5 síntomas más frecuentes de la codependencia que son los siguientes:

  1. Dificultad para experimentar niveles adecuados de autoestima
  2. Dificultad para establecer límites funcionales
  3. Dificultad para asumir y expresar su propia realidad
  4. Dificultad para reconocer y satisfacer las propias necesidades y deseos
  5. Dificultad para experimentar y expresar su realidad con moderación

Ahora que ya sabemos cuáles son los síntomas más recurrentes de las personas dependientes explicaré cada uno de estos síntomas de manera individual

Experimentar niveles adecuados de autoestima

Una persona con baja estima esta propensa a ser codependiente. La baja estima en la mayoría de los casos tiene sus orígenes en el hogar en donde crecimos con la idea ilusoria de que lo que nos sucedía era “normal” y apropiado. Nuestros cuidadores nos indujeron a creer que teníamos problemas porque nosotros no respondíamos de modo adecuado. Esta idea errónea de que el abuso era normal, y que lo malo estaba en nosotros, nos encierra en Ia enfermedad de la codependencia, sin dejarnos salida.

De manera que una persona codependiente necesita experimentar niveles adecuados de autoestima para poder salir de este círculo vicioso. Al inicio es difícil porque la mayoría de personas, al reconocer los síntomas de la codependencia en sí mismas, pasan por un período de confusión y decepción penosa. Pero este inicio es necesario para poder salir de la codependencia.

Los codependientes tienen dificultades con la autoestima en uno o los dos extremos del espectro. En un extremo, la autoestima es baja o inexistente: se piensa que uno vale menos que los otros. En el extremo opuesto hay arrogancia y grandiosidad: se piensa que uno es alguien especial y superior a las otras personas.

Dificultad para establecer límites funcionales

Los límites funcionales son “barreras” invisibles y simbólicas que tienen tres propósitos:

  1. Impedir que la gente penetre en nuestro espacio y abuse de nosotros
  2. Impedirnos a nosotros entrar en el espacio de otras personas y abusar de ellas
  3. Proporcionarnos un modo de materializar nuestro sentido de “quiénes somos”.

Los límites funcionales tienen dos partes: la externa y la interna. Nuestro límite externo nos permite escoger la distancia respecto de las otras personas, y autorizarles o negarles autorización para que se nos acerquen. El límite externo también impide que con nuestro cuerpo le hagamos daño al cuerpo de otro. Está a su vez dividido en otras dos partes: la física y la sexual. La parte física de nuestro límite externo controla la proximidad con respecto a nosotros que les consentimos a las personas, y el hecho de que puedan tocarnos o no. Asimismo, si tenemos límites externos intactos, sabemos pedir permiso para tocar a los otros, y no nos acercamos demasiado a ellos para no causarles malestar.

El límite interno protege nuestros pensamientos, sentimientos y conductas, y los mantiene funcionales. Al límite interno lo visualizo como un chaleco antibalas, con pequeñas puertas que sólo se abren hacia el interior. Soy yo quien controla que estén abiertas o se mantengan cerradas. Y visualizando esos límites, puedo protegerme conscientemente de las conductas, las palabras o los sentimientos abusivos de los otros.

De manera que cuando una persona no logra establecer límites funcionales de manera adecuada tanto interna como externamente se vuelve en una persona codependiente del otro. Por lo mismo, es necesario aprender a establecer límites.

Dificultad para asumir y expresar su propia realidad

Una persona codependiente tiene una dificultad para expresar su propia realidad. No es que no pueda, más bien es que “no se da cuenta” lo que en realidad acontece.

Cuando digo que le cuesta ver la realidad me refiero a que no se tiene el control de nuestro cuerpo, pensamientos, sentimientos y conducta. Esto sucede porque la codependencia ciega a la persona a tal punto de volverla disfuncional sin darse cuenta de la realidad.

Por lo regular, una persona codependiente siente que no tiene una identidad y que es todo lo que el otro dice que es, que debe hablar o guardar silencio solo cuando el otro lo diga, incluso el otro tiene el control de los sentimientos y pensamientos de la persona codependiente.

Dificultad para reconocer y satisfacer las propias necesidades y deseos

Todas las personas tienen necesidades y deseos. Así es el caso de las personas codependientes quienes tienen una dificultad para reconocer estas necesidades. De hecho, todas las personas tenemos necesidad de afecto, el problema es cuando esta necesidad de afecto se vuelve en una necesidad de dependencia.

Maslow en su pirámide de las necesidades explicaba que la necesidad de afecto era una de las más importantes. Por lo mismo, cuando esta necesidad de afecto se altera se vuelve en una necesidad de dependencia.

Para que una persona salga de esta dificultad de reconocer sus necesidades primero debe “darse cuenta” de su realidad y tener presente que primero debe satisfacer sus propias necesidades y deseos antes que las del otro.

Dificultad para experimentar y expresar su realidad con moderación

Las personas codependientes sencillamente no parecen comprender lo que es la moderación. Están totalmente comprometidos o totalmente desapegados, son totalmente felices o absolutamente desdichados, etc.

El codependiente cree que una respuesta moderada a las situaciones «no basta». Sólo basta lo excesivo. Este síntoma tiene manifestaciones en los cuatro ámbitos de la realidad.

Estos son los 5 síntomas más recurrentes de las personas codependientes que he visto alrededor de más de 5 años en terapia. Si crees que tienes algunos de estos síntomas ten en cuenta que es importante darle un tratamiento y seguimiento para que logres salir de este círculo vicioso llamado codependencia.

Referencia: Pia Mellody. “la codependencia: que es, de donde procede, como sabotea nuestras vidas” Editorial Paidos Ibérica. Barcelona, España. 2005. Pág. 15-37.