La psicoterapia interpersonal fue desarrollada por Klerman, Weissman, Rounsaville y Chevron en el año 1984 para el tratamiento en régimen ambulatorio de pacientes adultos con depresión. El planteamiento genérico es que la mejora del funcionamiento interpersonal produce una reducción de la sintomatología depresiva. Existen tres ensayos controlados con adolescentes que examinan la eficacia de la psicoterapia interpersonal comparándola con otro tratamiento psicológico con atención placebo y con lista de espera.
Psicoterapia interpersonal
Las sesiones de psicoterapia interpersonal se dirigen a crear un entorno terapéutico seguro que permitiera al adolescente sentirse libre de las demandas de su rol de hijo, de estudiante o de amigo y facilitase la libre expresión de sentimientos y preocupaciones personales e interpersonales. El papel principal de los terapeutas fue suscitar un ambiente favorable entre los adolescentes para compartir y comprender mejor las preocupaciones comunes, aprender nuevas formas de afrontar situaciones difíciles y promover el apoyo mutuo.
En las primeras sesiones los terapeutas alentaban sistemáticamente a cada participante y valoraban como útil cada contribución, ya que uno de los objetivos principales fue mejorar el autoconcepto, destacando los puntos fuertes de cada individuo mediante elogios. Progresivamente fueron desvaneciendo su papel directivo y cediendo la responsabilidad de conducir la discusión a los adolescentes. Los temas abordados fueron relaciones con padres y compañeros, apariencia física, sexualidad, drogas, salud, búsqueda de trabajo, futuro profesional. Hacia el final de la terapia aumentó la conciencia de grupo reflejada en el establecimiento de relaciones y en la preocupación por el bienestar de los miembros ausentes y por la inminente terminación del tratamiento.
Durante el año 1999 analizaron la eficacia de la psicoterapia interpersonal y de la terapia de conducta utilizando como control una lista de espera. De los 161 adolescentes remitidos para el experimento al Centro Universitario de Servicios y Estudios Psicológicos, de la Universidad de Puerto Rico, reclutaron 71 participantes, 54 por 100 chicas, edad media 14.
Los tratamientos se desarrollaron en 12 semanas y comprendieron 12 sesiones individuales de una hora de duración. Se aplicó una adaptación de la psicoterapia interpersonal de Klerman desarrollado en el año 1984 y un tratamiento compuesto por reestructuración cognitiva (sesiones 1-4), actividades agradables (sesiones 5-8) y habilidades sociales (sesiones 9-12).
La psicoterapia interpersonal y la terapia de conducta fueron tratamientos eficaces de la depresión adolescente. No se encontraron diferencias estadísticas entre ambas terapias. Aunque la proporción de adolescentes clínicamente mejorados fue más elevada con psicoterapia interpersonal (82 por 100) que con terapia de conducta (59 por 100), el beneficio terapéutico se igualó a los tres meses, 83 por 100 psicoterapia interpersonal y 82 por 100 terapia de conducta.