Cuando éramos niños el solo hecho de pensar en quedarnos solos era aterrador. Pensábamos que en medio de la oscuridad saldría un monstruo que saldría a acechar a un niño o niña de ocho años.
Este solía ser un miedo común, frecuente y hasta podría decirse que natural. Sin embargo en ocasiones este miedo suele seguirnos a lo largo de nuestra vida. No necesariamente tener miedo a que en medio de la oscuridad salga un monstruo pero si miedo a quedarnos solos.
El miedo a quedarnos solos nos hace sentirnos incapaces de dejar una relación que no funciona, aun así estemos sufriendo en ella no soportamos la idea de estar solos. Esto hace que tengamos tolerancia hacia el maltrato y que aunque cada vez sea mayor, siempre lo veremos como algo normal o habitual.
Cuando niños el miedo a quedarnos solos en medio de la oscuridad, nos hacia sentirnos inferiores y de alguna manera afectaba nuestra estima, el miedo de quedarnos solos se apoderaba de nosotros. Ahora de adultos, el miedo a quedarnos solos surte un efecto similar la diferencia es que ahora el miedo de quedarnos solos depende de una persona y no de un objeto imaginario.
El hecho de pensar o tener miedo a quedarme solo es una forma de autoengaño en el que no existe justificación alguna para soportar al otro. Cuando una relación es toxica llega a perder el sentido verdadero de una relación que debería de ser respeto, paciencia y amor.
Una relación toxica llega a hacer que nos perdamos de nosotras mismas y sobre todo de nuestra dignidad. Por el simple hecho de “quedarnos solas”, o sentirnos avergonzadas delante de los demás.
Lo que hace que sintamos miedo a quedarnos solas es que hemos llegado a adquirir una dependencia emocional hacia el otro y eso hace que tengamos miedo a que nos deje.
Quien tiene el problema?
Estamos tan acostumbrados de echarles la culpa a los demás que nos olvidamos que nosotros somos los que nos acostumbramos al maltrato que el otro pueda darnos. Cuando alguien soporta el maltrato, simplemente ha creado una dependencia emocional con el otro.
Menciono que nosotros somos los que tenemos el problema porque el simple hecho de no tener el valor para dejar una relación conflictiva, demuestra que tenemos miedo a quedarnos solas y por consecuencia soportaremos todo lo que el otro quiera hacer.
¿Cómo superar este miedo?
Para explicar cómo superar este miedo a estar solo regresare a nuestro niño interior. Así como se ayuda a un niño que le tiene miedo a la oscuridad o miedo a estar solo, es necesario reforzar o recuperar nuestra estima. Es necesario volver a conectarnos con nosotras mismos y percibir la realidad que estamos viviendo. Solo así daremos la importancia que merece nuestro ser y nos sentiremos fuertes y capaces de afrontar este tipo de situaciones.