¿Qué es eso que la gente llama amor?

Mientras tomaba un café un mañana, sentado en un café veía muchas parejas pasar, hombres llevando flores, mujeres coqueteando con otros. Unos parecían felices, otros indiferentes, otro no tenían nada fuera de lo normal. De pronto, vi como una chica caminada llorando, desesperada, enojada, triste era un cúmulo de emociones. Al ver estas escenas, paso por mi mente la pregunta: ¿Qué es eso que la gente llama amor? ¿Y porque todos lo buscan? ¿Por qué como humanos necesitamos amarnos y ser amados por alguien más? ¿Por qué? ¿Por qué? Y ¿Por qué?

Seguramente estas preguntas pueden llevarnos a una seria discusión acerca de qué es el amor verdadero. Si bien el amor parece muy difícil de definir es porque en realidad nuestra cultura nos ha enseñado que el amor es uno solo cuando en realidad existen dos tipos de amor que son muy opuestos.

De esta manera, cuanto más decimos acerca del amor, más nos contradecimos, y cuando vemos que el amor no es lo que esperamos nos damos por vencidos, frustrados y decidimos que el amor es algo demasiado personal, demasiado misterioso y demasiado incomprensible para ser analizado.

Los griegos nos enseñaron que existen dos tipos de amor, el primero es el amor eros y el segundo el amor ágape. Para poder distinguir esa experiencia a la que llamamos “amor”.

El amor eros ser refiere al amor apasionado, mientras que el amor ágape describe la relación estable y comprometida, libre de pasión, que existe entre dos individuos que se quieren profundamente.

¿Qué voy a aprender?

El amor eros

En el amor eros, el verdadero amor es un anhelo consumidor y desesperado por el ser amado, a quien se percibe como diferente, misterioso y elusivo. La profundidad del amor se mide por la intensidad de la obsesión por el ser amado. Hay poco tiempo y atención para otros intereses o propósitos, debido a que se concentra tanta energía en recordar encuentros pasados o imaginar otros futuros. A menudo hay que vencer grandes obstáculos y, por lo tanto, en el verdadero amor hay un elemento de sufrimiento. Otro índice de la profundidad del amor eros es la voluntad de soportar el dolor y las penurias por el bien de la relación.

El amor ágape

El amor ágape es una sociedad con la cual dos personas que se quieren están profundamente comprometidas. Esas personas comparten muchos valores, interés y objetivos básicos, y toleran de buen grado sus diferencias individuales. La profundidad del amor se mide por la confianza y el respeto mutuos. La relación permite a cada integrante de la pareja ser más expresivo, creativo y productivo en el mundo. Hay muchas alegrías en las experiencias compartidas, pasadas y presentes, al igual que en las venideras. Cada integrante de la pareja ve al otro como su amigo más querido. Otra medida de la profundidad del amor es la voluntad de verse a sí mismo con honestidad a fin de promover el crecimiento de la relación y la profundización de la intimidad. Al verdadero amor se asocia sentimientos de serenidad, seguridad, devoción, comprensión, compañerismo, apoyo mutuo y bienestar.

La cultura y los medios de comunicación constantemente nos rodean y saturan nuestra conciencia confundiendo así estas dos clases de amor. Nos prometen de mil maneras que una relación apasionada (eros) nos traerá plenitud y satisfacción (ágape). Es así como mezclamos el amor eros con el amor ágape pensando que sufrimos o nos permitimos sufrir porque amamos al otro.

El amor ideal sería el amor ágape, pero cuando alguien ama demasiado el amor eros es el que predomina y le hace creer que encontrara el amor ágape buscando el amor eros. El resultado solo puede definirse como constante sufrimiento. De manera que las personas llaman amor a algo que en realidad no lo es, el amor genuino es el amor ágape y no la mezcla de ambos y mucho  menos el amor eros.

Referencia: Norwood, Robin. “Las mujeres que aman demasiado” Ediciones B, S.A.10ma. Reimpresión. Barcelona, España. 2006. Pag. 68