Autores de la terapia de juego

Las terapias y los enfoques terapéuticos basados en el juego se asientan en la importancia, principios y beneficios que el jugar conlleva para niños y niñas.

La terapia de juego, en el contexto clínico, permite tanto la evaluación del funcionamiento de los aspectos evolutivos de niños y niñas a la vez que intervenciones efectivas pueden ser desarrolladas en el contexto de juego.

Pioneros de la terapia de juego

Los comienzos siempre son más difíciles ya que, en la mayoría de ocasiones, se tiene que luchar contra las ideas y conceptos establecidos de la época.

Hermine Hug-Hellmuth

Entre los pioneros de la terapia de juego esta Hermine Hug-Hellmuth quien fue la primera psicoanalista que desarrolló técnicas distintas para el psicoanálisis infantil de los métodos para adultos.

Hug-Hellmuth hizo observaciones directas de niños, incluyendo su juego, y presentó su primer artículo a la Sociedad Psicoanalítica en 1913. Después publicó una monografía en la que integraba la teoría freudiana de la sexualidad infantil. Aunque se suele citar como el primer registro de la terapia de juego, en realidad sólo describe sus observaciones de niños y sus conclusiones teóricas acerca de su juego.

En un artículo posterior, “On the Technique of Child Analysis”, publicado en 1921, Hug-Hellmuth describió cómo el juego se podía emplear para comprender mejor los síntomas del niño y establecer una relación, se dio cuenta del carácter simbólico del juego, lo que permite al niño comunicarse sin palabras. Aunque Hug-Hellmuth no inventó la terapia de juego, su trabajo sin duda representa el prototipo que guió a Melanie Klein y Anna Freud para desarrollar sus modelos de terapia de juego.

Melanie Klein

La obra de Melanie Klein sobre psicoanálisis de niños estuvo inspirada, al principio, en los escritos de Freud y, después, en su analista, Sandor Ferenczi. A diferencia de otros analistas, Klein pensaba que los niños pequeños tenían la capacidad de introspección.

En su modelo, que llamó técnica de juego psicoanalítico o análisis del juego, es esencial la interpretación del juego y el significado simbólico de los juguetes. Los juguetes que encontró más adecuados para el análisis eran pequeños, sencillos y no mecánicos, pues permitían que el niño proyectara sus propios sentidos en ellos. Ella trabajaba en sesiones de 50 minutos exactos, a una razón de cinco sesiones por semana.

Empezaba a hacer interpretaciones desde la primera sesión y observaba que los niños respondían con expresiones de alivio, las cuales indicaban una reducción de la ansiedad de ese momento.

En ocasiones, los niños que habían mejorado al principio empezaban a tener más actuaciones conforme el análisis continuaba y elaboraban conflictos más difíciles. Cuando compartía sus interpretaciones con los niños, Klein usaba expresiones o símbolos de los propios niños en el contexto de lo que jugaban. Pensaba que el juego proporciona un desahogo en la medida en que en él se expresen deseos y sentimientos inaceptables.

Klein se sentía cómoda analizando tanto la transferencia positiva como la negativa. Permitía que los niños le asignaran el papel de niño y la castigaran mientras ellos asumían el papel de figura de autoridad.

Para mantener su integridad, ella ponía límites a la agresión, pero aceptaba los impulsos agresivos e interpretaba la motivación subyacente en la transferencia negativa. Explorar tan profundamente el inconsciente del niño, dado que el superyó aún no estaba desarrollado por completo, causaba cierta preocupación. Basada en sus observaciones con niños muy pequeños y bebés, Klein argumentaba que el superyó surgía desde mucho antes de lo que se pensaba.

Desde muy temprano, el bebé introyecta un objeto bueno y un objeto malo. En este último se proyecta un superyó intimidante y severo, que con frecuencia se observa en el juego agresivo y punitivo de los niños pequeños. Klein contó con el apoyo de sus alumnos y seguidores en Inglaterra, entre los que se encontraba Donald Winnicott, quien se unió a la escuela de las relaciones objetales, punto intermedio entre las teorías de Freud y Klein.

Margaret Lowenfeld

Otra pionera de la terapia de juego fue Margaret Lowenfeld, quien comenzó su carrera en la pediatría antes de dedicarse a la práctica privada y establecer una clínica en Londres. Sus influencias en relación con la importancia del juego fueron Piaget, los educadores progresistas Froebel y Montessori, y los teóricos del desarrollo infantil.

Cuando inauguró su clínica en 1928, Lowenfeld se inspiró en el libro de H. G. Wells Floor Games, en el que el autor describe sus juegos con sus dos hijos, en los que creaban diferentes escenas con miniaturas y otros materiales pequeños en el piso de su sala de estar; comenzó a reunir pequeños juguetes y materiales de juego para sus sesiones con niños y los guardaba en lo que llegó a conocerse como la “caja mágica”.

Después de instalarse en una clínica más grande, agregó a sus materiales dos contenedores, uno con agua y otro con arena, y contó con un armario más grande para guardar sus miniaturas. Los niños pronto tomaban miniaturas del armario y las colocaban en el arenero, y llamaban “mundos” a sus construcciones. Este ambiente creado por los niños se denominó “la técnica de los mundos”.

Cuando los niños llegaban a la clínica, se les decía que podían jugar con cualquier material del consultorio y que lo que decidieran decir o jugar no se les comunicaría a sus padres. Lowenfeld pensaba que los niños encontrarían la manera de dar sentido a su mundo y experiencias personales proporcionándoles los juguetes y materiales adecuados. El papel del profesional era observar y seguir el juego del niño, incluyendo la creación de mundos, sin entrometerse, dar instrucciones ni hacer interpretaciones. En esta técnica era más importante el proceso cognitivo del niño que la relación con él

Aunque la técnica de los mundos es central en su trabajo y su uso se generalizó, Lowenfeld también publicó investigaciones que contribuyeron al estudio del desarrollo y el juego infantil. La clínica creció y cambió su nombre a Institute of Child Psychology, donde se ofrecen oportunidades de aprendizaje para muchos estudiantes.

Autores que ampliaron la terapia de Juego

Freud,  procurando un breve desarrollo del uso del juego en terapia, en el año 1909, describe por primera vez el trabajo terapéutico a través del juego, mencionando a Juanito, un niño con síntomas fóbicos. Este se constituye en el primer caso histórico de uso del juego en el proceso terapéutico.

Ana Freud, en 1946, describe la utilización del juego para construir relaciones terapéuticas con niños y niñas antes de comenzar a interpretar sus motivaciones inconscientes.

Por su parte, Virginia Axline, en 1947, basándose en la Terapia centrada en el cliente de Rogers, propone la Terapia de Juego Centrada en el Niño. Axline es considerada la madre de la Terapia de Juego y su trabajo es un punto de partida para todos los modelos y tendencias actuales.

Su enfoque es eminentemente no directivo, se basa en el respeto y aceptación incondicional del niño y la niña y el reconocimiento de sus recursos para resolver sus problemas. Mientras niños y niñas exploran y expresan sus emociones libremente en un ambiente seguro, el terapeuta los acompaña en el proceso sin dirigir sus acciones y mediante sus comentarios, los ayuda a comprender sus emociones, pensamientos y conductas.

En el año 1964 los Guerneys, ampliaron la Terapia de Juego incluyendo a los padres. La Terapia Filial, se basa en enseñar a los padres formas eficaces de estar con sus hijos aprendiendo a jugar juntos.

O´Connor en el año 1983, va más allá de las terapias centradas en el niño, incorporando principios sistémicos. La Terapia de Juego Ecosistémica explora los subsistemas incluidas la familia, escuela, pares y otros.

Knell en el año 1993, por su parte, perfeccionó la Terapia Cognitiva Conductual, incorporando estrategias de juego a los principios cognitivos conductuales de afrontamiento a los problemas.

Kaduson, Cangelosi y Schaefer en el año 1997 proponen formas creativas del uso del juego en Terapia, desde una visión integrativa.

Por último, Gil y Drewes en el año 2005, han incorporado una visión multicultural e integrativa de diversos enfoques sobre un paradigma de juego, favoreciendo su aplicación en todo el mundo.

Referencias

  • Fuentes Opplieger, Valeria. “La alfombra mágica: técnicas terapéuticas y actividades lúdicas para niños y niñas” LOM Ediciones Ltda. Santiago, Chile. 2013. Pág. 11
  • O’Connor, Kevin J. (2017)  «Manual de terapia de juego». 2a. edición. –- Ciudad de México : Editorial El Manual Moderno, 2017. Pág. 17