Los beneficios de la terapia de juego

La terapia de juegos es una modalidad terapéutica que tiene como objetivo mejorar la salud física, mental y emocional del paciente. Esta terapia de juegos establece un vínculo con la actividad lúdica, creando actividades en los que el paciente se pueda expresar a través de la creatividad y la imaginación.

A lo largo de mi experiencia como psicólogo he notado que los niños experimentan distintos beneficios de la terapia de juego.

Cambios que experimentan los niños durante la terapia de juego

Dentro de los cambios positivos que so logran evidenciar en terapia se encuentran:

  1. El niño se muestra más libre y la comunicación es más efectiva entre niños y niñas, aún a pesar de las limitaciones en el lenguaje y el pensamiento abstracto o la carga emocional de algunos contenidos la terapia de juego facilita el proceso terapéutico.
  2. La expresión de conflictos y defensas inconscientesn pueden ser abordadas en un ambiente seguro.
  3. La terapia de juego ayuda a desarrollar las habilidades sociales u otras competencias en un contexto motivador y placentero a la vez que es factible repetirlas y ensayarlas una y otra vez.
  4. Favorece en el niño el afrontamiento de situaciones de stress y miedo, incrementando la noción de competencia y dominio y la consiguiente resolución de sus ansiedades.
  5. Facilita la catarsis o liberación de la emoción contenida, ya sea a través de la expresión emocional (llanto, rabia) o mediante las actividades efectuadas en el juego (apretar, romper globos, etc).
  6. Durante la terapia de juego se estimula las emociones y sensaciones placenteras, la relación con otros adultos (padres) y con los pares, promueve la empatía y mejora la convivencia social.
  7. Incrementa las competencias sociales, favorece el pensamiento de causa y efecto, permitiendo anticipar las consecuencias y facilitar el autocontrol.
  8. Favorece el ensayo y desarrollo de habilidades cognitivas como el pensamiento divergente y la búsqueda de soluciones alternativas y creativas.
  9. Durante el proceso terapéutico el niño logra crear una construcción de sí mismo

Finalmente, en la relación y aceptación incondicional del juego, es posible ser muchas personas a la vez que se construye un sentido de sí mismo y de los otros. De manera que durante el juego el niño puede tener cambios significativos en sus conductas.

Los beneficios de la terapia de juego

En el año 1999 Schaefer  describió los beneficios de la terapia de juego. A partir de una revisión de la literatura identificó 25 beneficios terapéuticos, los cuales combinaré con los beneficios que yo he descubierto durante las sesiones con mis pacientes.

Aunque cada niño que asiste a terapia puede presentar diferentes beneficios, podemos encontrar los siguientes:

Autoexpresión

Es posible que el principal poder terapéutico del juego descrito en la literatura sea su poder de comunicación. En el juego los niños pueden expresar mejor sus pensamientos y sentimientos conscientes que solamente con palabras; se sienten naturalmente cómodos con la expresión a través de actividades de juego con materiales concretos.

Acceso al inconsciente

Este es uno de los mejores beneficios de la terapia de juego. Por medio de los juguetes, juegos y materiales elegidos especialmente por sus cualidades terapéuticas y como estímulos neutros, el niño puede revelar conflictos inconscientes mediante los mecanismos de defensa: de proyección, desplazamiento y simbolización.

Con el apoyo del terapeuta de juego y en un ambiente seguro, el niño puede empezar a transformar e integrar deseos e impulsos inconscientes dentro del juego y acciones conscientes.

Enseñanza directa e indirecta

El juego le permite superar de ciencias en el conocimiento y las habilidades del cliente a través de la instrucción directa. Por ejemplo, cuando se enseñan habilidades sociales usando muñecos, marionetas e intercambio de papeles, es más probable que los niños aprendan y recuerden las lecciones.

El uso de juegos y diversión captura la atención de los niños y aumenta su motivación para aprender.

Abreacción

Por medio del uso del juego los niños recrean y alivian experiencias estresantes y traumáticas y adquirieren de ese modo una sensación de poder y control sobre ellas. A través de recreaciones repetitivas del juego, el niño puede lograr gradualmente la asimilación mental y el dominio de pensamientos y sentimientos desagradables.

Inoculación del estrés

La ansiedad anticipatoria por eventos estresantes inminentes como una mudanza familiar, el inicio de la escuela, el nacimiento de un hermano o la visita al médico o el dentista puede ser disminuida si se representa ese suceso con antelación.

Al representar con juguetes en miniatura exactamente lo que se puede esperar y usar un muñeco para modelar, entre los beneficios de la terapia de juego, habilidades de afrontamiento, lo desconocido puede hacerse familiar y menos atemorizante para el niño.

Contracondicionamiento del afecto negativo

Dos estados internos mutuamente excluyentes, como ansiedad y relajación o depresión y ganas de jugar, no pueden coexistir al mismo tiempo. De este modo, permitir que un niño juegue a las escondidas en un cuarto oscuro puede ayudarlo a vencer el miedo a la oscuridad.

Catarsis

La catarsis permite llevar a cabo y concluir una liberación afectiva previamente restringida o interrumpida por medio de la expresión emocional (por ejemplo, el llanto) o actividad (por ejemplo, reventar globos, aplastar plastilina o golpear un saco de arena). La liberación emocional es un elemento crucial en la psicoterapia.

Afecto positivo

Mientras juegan, los niños suelen sentirse menos ansiosos o deprimidos. Las actividades disfrutables contribuyen a una mayor sensación de bienestar y de menor angustia. En el juego, es probable que niños y adultos mejoren su estado de ánimo y sentido de bienestar.

Sublimación

La sublimación permite la canalización de impulsos inaceptables en actividades sustitutas que son socialmente aceptables.

El niño que golpea físicamente a otro puede ser reorientado, ayudado a practicar y aprender por medio de la repetición de alternativas como la expresión en juegos de mesa “belicosos” (ajedrez, damas chinas), juegos de cartas (naipes) o actividades deportivas competitivas.

En mi opinión, este es uno de los beneficios de la terapia de juego que más se pasan por alto.

Apego y mejora de la relación

Se ha encontrado que el juego facilita el vínculo emocional positivo entre padres e hijos.  Los  beneficios se reflejan en mejoras en la empatía de los padres-hijos, en la percepción de cambios positivos en el ambiente familiar, en la autoestima, en la percepción del ajuste del niño y de sus problemas conductuales, así como del autoconcepto del niño y de los cambios en su conducta de juego.

Juicio moral

Piaget fue el primero en afirmar que la creación espontánea de reglas y su cumplimiento por parte de los niños en las situaciones informales y no supervisadas de juego son una experiencia crucial para el desarrollo del juicio moral maduro.

Las experiencias de juego ayudan a los niños a dejar atrás la primera etapa del realismo moral, en que las reglas se ven como restricciones impuestas de manera arbitraria por adultos con autoridad, para avanzar al concepto de moralidad que se basa en los principios de cooperación y consentimiento entre iguales.

Empatía

Por medio del juego de roles los niños pueden desarrollar su capacidad de empatía, que es la habilidad de ver las cosas desde la perspectiva de otro.

En la actualidad, este es uno de los beneficios de la terapia de juego que más importancia se le ha otorgado.

Poder y control

Cuando juegan, los niños se sienten poderosos y en control. Pueden hacer que el mundo del juego se ajuste a sus deseos y necesidades. En marcado contraste con la sensación de desamparo que experimentan durante un desastre, el juego les ofrece un fuerte sentido de poder y control. El niño tiene dominio sobre los materiales de juego y determina qué y cómo jugar durante la sesión de terapia. Al final, esta respuesta rival (poder) ayuda a superar los sentimientos de inseguridad y vulnerabilidad del niño.

Competencia y autocontrol

El juego ofrece a los niños oportunidades ilimitadas de crear (a través de los cuentos, de los mundos construidos en una caja de arena o de los dibujos), lo que les permite obtener un sentido de competencia y autoeficacia que estimula su autoestima. Además, al participar en actividades lúdicas o en el juego de construcción, los niños aprenden autocontrol por medio de la detención del pensamiento y la conducta, lo que puede ayudarles a detenerse, pensar y planear por adelantado.

Sentido de sí mismo

El juego también le brinda la oportunidad de percatarse del poder de ser un individuo por derecho propio, de pensar por sí mismo, de tomar sus propias decisiones y de descubrirse.

Desarrollo acelerado

En el juego, los niveles de desarrollo de los niños en edad preescolar pueden avanzar más allá de los logros comunes de su función y edad a un grado de pensamiento que sólo se volverá característico más adelante.

Solución creativa de problemas

Dado que en el juego importa más el proceso que el producto final, los niños tienen la libertad de proponer, sin temor a las consecuencias, combinaciones y descubrimientos novedosos que pueden ayudarlos a resolver problemas sociales y los propios.

Este es uno de los beneficios de la terapia de juego que más importancia se le otorga en la vida laboral. Las empresas buscan cada vez más perfiles que sepan solucionar problemas de forma creativa.

Fantasía de compensación

En el juego, los niños pueden obtener la graticación sustituta inmediata de sus deseos. Un niño miedoso puede ser valiente o uno débil puede ser fuerte.

Prueba de realidad

Las experiencias de juego permiten a los niños interpretar las señales en las situaciones sociales y ayudarlos a distinguir la fantasía de las situaciones reales. En el juego social de simulación, los niños alternan a menudo entre los roles que están representando y su yo real.

Ensayo conductual

Conductas socialmente aceptables, como la asertividad en oposición a la agresividad, pueden ensayarse y practicarse en el ambiente seguro del juego. Por medio del uso de marionetas o el juego de roles, el terapeuta infantil y de juego puede modelar conductas nuevas que sean más adecuadas para el niño, que éste puede practicar luego de manera repetida para asegurar el desarrollo y dominio de la habilidad.

Construcción del rapport

Uno de los poderes terapéuticos más importantes del juego es el componente relacional de la construcción del rapport. Esto ocurre cuando el paciente responde de manera positiva al terapeuta alegre y amante de la diversión.

Terapia de juego normativa

El enfoque normativo ecléctico cree que los terapeutas de juego se vuelven diestros en numerosos poderes terapéuticos y los aplican de manera diferencial para satisfacer las necesidades individuales de los clientes.

El enfoque normativo se basa en la correspondencia individualizada, diferencial y enfocada de los poderes curativos con las fuerzas causales específicas que subyacen al problema de un cliente. Cuando los terapeutas obtienen mayor comprensión de esos mecanismos de cambio, pueden satisfacer con mayor eficacia las necesidades particulares de un cliente.

Investigación futura

Aunque ahora se cuenta con numerosos estudios de resultados que atestiguan la eficacia de la terapia de juego con niños, son pocos los estudios sobre el proceso de la terapia de juego. Los estudios del proceso pretenden identificar los mediadores específicos, es decir, los beneficios terapéuticos que produjeron el cambio deseado en la conducta del cliente.

Superación de la resistencia

Es raro que los niños muestren resistencia durante la terapia filial porque disfrutan de la seguridad emocional del juego y están deseosos de divertirse con sus padres. Los padres exhiben poca resistencia en la atmósfera de empatía y aceptación que ofrece el terapeuta filial.

Comunicación

En la terapia filial los niños comunican mucho mediante las metáforas de su juego. A menudo se abren muy pronto con sus padres, quizá porque ya los conocen y mantienen con ellos una relación íntima, aunque sea una relación dañada. Los padres tienen una gran oportunidad de comunicar su comprensión recién adquirida de sus hijos, y el terapeuta ofrece comprensión y aceptación, lo que alienta su comunicación acerca de sus pensamientos y sentimientos.

Dominio clínico y del desarrollo

Los niños llegan a adquirirlo a través del juego. En este clima pueden representar con libertad sus angustias, preocupaciones y traumas, lo que eventualmente les permite adquirir control de los sentimientos aterradores o angustiantes. Esto suele suceder de manera muy natural en el contexto de su relación y durante las sesiones no directivas de juego. Buena parte de su juego refleja temas del desarrollo y de dominio.

Para los padres, el dominio proviene del aprendizaje de las habilidades, de su éxito para modificar su comportamiento y de los sentimientos de satisfacción que experimentan a medida que sus interacciones con sus hijos se tornan más felices y saludables.

Pensamiento creativo

En el caso de los niños, el pensamiento creativo aparece durante las sesiones de juego que ellos dirigen. Dado que tienen la libertad de llevar el juego a donde lo necesiten, y lo hacen, pueden encontrar soluciones creativas para muchos de sus problemas. Para los padres, la creatividad llega cuando descubren nuevas formas de interactuar con sus hijos y de resolver los problemas. La adquisición de nuevas habilidades y el apoyo continuo y sin juicios del terapeuta les permite pensar y planear con mayor libertad.

Catarsis y abreacción

Los niños por lo general representan sus sentimientos más intensos y recrean los eventos traumáticos gracias al ambiente seguro y de aceptación creado por sus padres. El juego puede ser muy expresivo. Los padres son capaces de expresar al terapeuta sus dudas, frustraciones, enojo y alegrías con la seguridad de que recibirán una respuesta empática.

En ocasiones, las secuencias o temas del juego de los niños producen la abreacción de los padres acerca de eventos traumáticos compartidos o de sus sentimientos ocultos acerca de sus hijos y de sí mismos.

Juego de roles, fantasía y metáfora

Es frecuente que los niños usen el juego de roles durante la terapia filial. A menudo incluyen a sus padres en el juego imaginario, lo cual permite que los padres obtengan insight sobre el mundo interno de sus hijos. Con ayuda del terapeuta, los padres suelen obtener una comprensión nueva de las dinámicas de su familia y del camino a seguir porque las metáforas y el juego imaginario de sus hijos pueden ser como un espejo sostenido frente a la familia. Para los niños suele resultar muy enriquecedor representar varios papeles imaginarios, y los padres se sienten empoderados cuando se unen a ese juego con habilidad y comprensión.

Formación del apego y fortalecimiento de la relación

El juego proporciona una base sólida para el apego saludable. En las sesiones de terapia filial los padres aprenden a ofrecer una base segura para sus hijos, en la que les permiten explorar primero el cuarto de juego y después el mundo, con la certeza de que los niños regresarán en busca de apoyo y aliento. El propósito principal de la terapia filial es crear relaciones y vínculos de apego fuertes, porque sin ellos no puede obtenerse un cambio verdadero. Las habilidades mostradas por los padres en la sesión de juego, aunadas a la libertad del juego de los niños, ofrecen nuevas oportunidades para superar los problemas de la relación y crear nuevas relaciones cariñosas y recíprocas.

Disfrute

Este es quizá el “efecto secundario” más benéfico de las sesiones de juego. Cuando padres e hijos aprenden a disfrutar juntos las sesiones de juego, se unen más. El disfrute se convierte en el “adhesivo” de su relación. Muchas familias siguen teniendo sesiones de juego mucho después de que termina la terapia formal. Cuando se les pregunta la razón, es común que digan “porque son divertidas”.

¿Son todos los beneficios de la terapia de juego?

No, ni mucho menos. Aquí solo te mostramos algunos de los beneficios de la terapia de juego más importantes pero no son, ni mucho menos, todos ellos.

Por ultimo, los beneficios de la terapia de juego no deben considerarse misteriosos sino capaces de ser entendidos, modificados e incluso plenamente controlados. Se requiere de mayor investigación para esclarecer los beneficios terapéuticos específicos del juego que son más eficaces en el tratamiento de problemas específicos que presentan los pacientes.

Referencias

  • Aborn, A. I. “Play and positive emotion” In C. E. Schaefer (Ed.), e therapeutic powers of play (pp. 291–308). Northvale, NJ: Aronson. 1993.
  • Axline, V. M. “Play therapy: e inner dynamics of childhood” Boston, MA: Houghton Mi in. 1947.
  • Fuentes Opplieger, Valeria. “La alfombra mágica: técnicas terapéuticas y actividades lúdicas para niños y niñas” LOM Ediciones Ltda. Santiago, Chile. 2013. Pág. 13